El gravamen del 25% sobre el producto, combinado con los bajos precios y la incapacidad de la UE para abordar los problemas de almacenamiento, ha afectado duramente al sector, con una caída delas exportaciones de 15.000 toneladas desde noviembre.
La decisión del gobierno de los Estados Unidos de imponer un arancel del 25% al aceite de oliva español embotellado a mediados de octubre de 2019 ha llevado a la industria al punto del colapso. La situación se ha agravado por la caída del precio del producto y la lenta respuesta de la Unión Europea al almacenamiento privado de excedentes de aceite de oliva.

La caída de los precios ha hecho que ya no sea rentable cosechar aceitunas en huertos de secano. Es más, el sector teme que la administración estadounidense aumente el arancel sobre el aceite de oliva vendido en contenedores de menos de 18 kilogramos y aplique nuevos gravámenes a los envíos a granel, es mas, Biden no considera «necesario» suprimir los aranceles al aceite de oliva y vino español, tal y como afirma Cristóbal Cano, «seguimos inmersos en una guerra comercial en la que nada teníamos que ver y, sin embargo, hemos pagado los platos rotos de las ayudas aportadas al sector aeronáutico europeo y el nuevo escenario político en Estados Unidos no ha cambiado en nada esta situación».
El impuesto estadounidense, que no se aplica al aceite de oliva de los competidores europeos de España como Italia, Grecia y Portugal, afecta aproximadamente a la mitad de las 120.000 toneladas de aceite de oliva español que se exportaban a Estados Unidos. También se ven afectadas otras 70.000 toneladas de aceite de oliva español que se envía a Estados Unidos vía Italia, y varios miles de toneladas más que pasan por otros países, según estimaciones de la industria.
Según fuentes de la industria, si la situación continúa, las empresas deberán trasladar algunas de las plantas embotelladoras a otros países. El grupo Acesur, propietario de las marcas de aceite de oliva Coosur y La Española, compra aceite en Portugal, Grecia y Norte de África y lo embotella en España. La empresa Borges tiene previsto embotellar sus productos de aceite de oliva en Túnez, donde tiene una planta. Y la marca portuguesa Sovena, que produce aceite de oliva para la cadena de supermercados española Mercadona, tiene una planta de envasado en Portugal y otra en Estados Unidos. Estas tres grandes empresas, junto con Dcoop y Deoleo, controlan más de 500.000 toneladas de aceite de oliva en España.
Si te interesa saber cual es el mejor aceite del mundo 👈
La respuesta de la Unión Europea
A pocas semanas del final de la cosecha principal de aceitunas, a las cooperativas todavía les queda aceite de oliva de la cosecha anterior. La dificultad de almacenar el excedente ha hecho que hayan tenido que vender este aceite de oliva a bajo precio para dar cabida al nuevo producto. La Unión Europea ha hecho poco para resolver la crisis provocada por los aranceles de Trump, que se impusieron en respuesta a los subsidios de la UE al fabricante de aviones europeo Airbus. En un esfuerzo por aliviar el exceso de aceite de oliva en el mercado y mejorar los precios, la Comisión Europea acordó en noviembre ayudar a cubrir el costo de almacenar aceites de oliva vírgenes a granel. La Comisión prometió que el plan de almacenamiento privado cubriría más de 150.000 toneladas, pero hasta la fecha solo se han almacenado 21.000 toneladas.

Agustín Rodríguez, un oleicultor de la Organización Profesional Agrícola y Ganadera de la región sur de Andalucía, teme que la industria se derrumbe si una temporada primaveral de lluvias trae una cosecha fuerte. Según las cifras, algunas cooperativas ya están utilizando el 30% de su espacio de almacenamiento para almacenar aceite de oliva más antiguo y no tienen suficiente espacio para todo el producto nuevo. Rodríguez cree que el problema podría resolverse organizando la oferta y cambiando las estrategias de la industria para encontrar nuevos mercados para su producto de calidad.
Antonio Luque, director de la principal cooperativa mundial de aceite de oliva, Dcoop, dice «el sector debe estar más organizado y asegurarse de tener suficiente almacenamiento para almacenar dos millones de toneladas de aceite de oliva».